miércoles, 20 de abril de 2011

EL MINICUENTO

¿QUÉ ES EL MINICUENTO?
Es un tipo de escrito corto que cuenta una historia inventada y puede utilizar desde una línea hasta trescientas o cuatrocientas palabras. En ocasiones está construido de manera similar a la de los cuentos tradicionales, es decir, tiene un inicio, un conflicto y una solución (piensa, por ejemplo, en cuentos como Pulgarcito, Caperucita Roja o Blanca Nieves y los siete enanitos). Sin embargo, existen minicuentos que emplean otras formas creativas diferentes. A estas pequeñas historias se les ha dado nombres como minificción, microrrelato, microficción y relato enano, entre otros.

¿QUÉ CARACTERÍSTICAS TIENE EL MINICUENTO?
Por su brevedad, un minicuento puede parecerse a las noticias, los avisos clasificados de los periódicos, las propagandas de T.V. o los videos musicales. Sin embargo, debes tener en cuenta que existen características que diferencian al minicuento de este tipo de textos, como las siguientes:
  • La intencionalidad artística: es decir, la forma de presentar un texto inventado en pocas palabras, recurriendo al uso de narrador, personajes, diálogos, situaciones inesperadas, etc. Todo ello con el propósito de producir en quien lee el minicuento, una emoción o una idea que le lleve a pensar en la vida, el amor, los amigos, etc., y le sugiera la posibilidad de participar agregándole cosas de su imaginación o fantasía.
  • La necesidad de un lector colaborativo que esté dispuesto a descubrir las pistas o huellas que le permitan comprender adecuadamente el minicuento, que participe en la lectura imaginando posibles cambios en las situaciones y en el final de cada historia y que pueda relacionar el minicuento con otras historias reales o imaginarias.
  • La posibilidad de que las personas que lo lean descubran otros sentidos, diferentes a los que se presentan en la vida cotidiana. Por ejemplo, situaciones inesperadas como la de un hombre que de la noche a la mañana se convierte en insecto; una mujer que, al medirse unas zapatillas, es descubierta como la autora de un crimen u otro hombre que encanta niños con una flauta, etc.
La presencia de un final sorpresivo o inesperado que logra asombrar y conmover a quien lee el minicuento.


¿CUÁNDO Y DÓNDE APARECIERON LAS HISTORIAS BREVES O MINICUENTOS?
Las historias breves o minicuentos aparecieron hace muchos años. Tal vez desde el momento en que los primeros hombres comenzaron a contar sus experiencias oralmente o a narrar fábulas, leyendas y mitos, que se consideran el origen de muchas de las historias breves que conocemos en la actualidad.
Los expertos señalan que las historias breves se originaron en China, India, Japón y Persia, lugares donde se transmitían muchas enseñanzas a través de escritos muy cortos, hace miles de años. En libros sagrados como El Talmud se encuentran textos que pueden considerarse como minicuentos; se trata de escritos en verso que dan sabios consejos, o que se refieren a formas de comportamiento o a costumbres de las personas. Otros ejemplos, en donde existen este tipo de historias son los libros de Las mil y una noches y el Novellino.
En resumen, puede considerarse a las Culturas de Oriente (China, India, Japón y Persia), como el lugar de origen de las primeras historias breves. Estos relatos inicialmente eran orales, hacían parte de la memoria popular y de los libros sagrados; pero a medida que ha pasado el tiempo el hombre las ha utilizado como fuente de inspiración, convirtiéndolas en historias fantásticas, minicuentos, fábulas, etc.


¿QUÉ ASPECTOS DEBES TENER EN CUENTA PARA CREAR HISTORIAS BREVES O MINICUENTOS?
Escribir minicuentos es una tarea de mucha atención y creatividad. No existe fórmula o receta alguna para crearlos. Sin embargo, nuestra experiencia en este campo nos permite hacerte algunas sugerencias para que intentes elaborar historias breves que logren atrapar la atención de la persona que las lea.
Escribir una historia breve no es lo mismo que contar una anécdota o una situación que te haya ocurrido. Sin embargo, estas experiencias te pueden servir para imaginar un mundo o situación nueva, que te permita crear una buena historia sobre algo que no te haya sucedido.
Piensa que no eres tú sino otra persona quien vive la historia. Le darás vida a ese personaje y decidirás lo que hará en tu relato. Es a esa otra persona (la que inventaste) a quien le ocurren las cosas o hechos que tú vas a contar en tu minicuento.
Cada elemento (personas, animales, seres fantásticos, cosas, lugares y acciones) que incluyas en tu historia debe tener alguna importancia en tu minicuento. Por ejemplo, si en tu historia aparecen unas zapatillas o una flauta, ten en cuenta que estos objetos están ahí porque son necesarios para el desarrollo del minicuento.
Ten en cuenta que de comienzo a fin, tu historia debe incluir detalles que la hagan creíble y emocionante, para provocar asombro y emoción en quien la lee.
Por último, inventa para tu historia un final sorprendente y / o diferente a lo que encuentras en otros cuentos o historias que conozcas. Esto hará que tu minicuento sea más interesante.

domingo, 17 de abril de 2011

EL TEXTO ARGUMENTATIVO

El texto argumentativo tiene como objetivo expresar opiniones o rebatirlas con el fin de persuadir a un receptor. La finalidad del autor puede ser probar o demostrar una idea (o tesis), refutar la contraria o bien persuadir o disuadir al receptor sobre determinados comportamientos, hechos o ideas.
La argumentación, por importante que sea, no suele darse en estado puro, suele combinarse con la exposición. Mientras la exposición se limita a mostrar, la argumentación intenta demostrar, convencer o cambiar ideas. Por ello, en un texto argumentativo además de la función apelativa presente en el desarrollo de los argumentos, aparece la función referencial, en la parte en la que se expone la tesis.
La argumentación se utiliza en una amplia variedad de textos, especialmente en los científicos, filosóficos, en el ensayo, en la oratoria política y judicial, en los textos periodísticos de opinión y en algunos mensajes publicitarios. En la lengua oral, además de aparecer con frecuencia en la conversación cotidiana (aunque con poco rigor), es la forma dominante en los debates, coloquios o mesas redondas.

PROCEDIMIENTOS ORGANIZATIVOS
El texto argumentativo suele organizar el contenido en tres apartados: introducción, desarrollo o cuerpo argumentativo, y conclusión.
La INTRODUCCIÓN suele partir de una breve exposición (llamada “introducción o encuadre”) en la que el argumentador intenta captar la atención del destinatario y despertar en él una actitud favorable. A la introducción le sigue la tesis, que es la idea en torno a la cual se reflexiona. Puede estar constituida por una sola idea o por un conjunto de ellas.
El DESARROLLO. Los elementos que forman el cuerpo argumentativo se denominan pruebas, inferencias o argumentos y sirven para apoyar la tesis o refutarla.
Según la situación comunicativa, se distingue entre:
ESTRUCTURA MONOLOGADA: La voz de un solo sujeto organiza la totalidad del texto argumentativo. Es el caso del investigador que valora el éxito de un descubrimiento en una conferencia.
ESTRUCTURA DIALOGADA: El planteamiento, la refutación o la justificación y la conclusión se desarrollan a lo largo de réplicas sucesivas. Es el caso de los debates en los que es fácil que surjan la controversia, la emisión de juicios pasionales, las descalificaciones y las ironías.
Según el orden de los componentes, se distinguen varios modos de razonamiento:
La DEDUCCIÓN (o estructura analítica) se inicia con la tesis y acaba en la conclusión.
La INDUCCIÓN (o estructura sintética) sigue el procedimiento inverso, es decir, la tesis se expone al final, después de los argumentos.
A su vez, los argumentos empleados pueden ser de distintos tipos:
Argumentos racionales: Se basan en ideas y verdades admitidas y aceptadas por el conjunto de la sociedad.
Argumentos de hecho: Se basan en pruebas comprobables.
Argumentos de ejemplificación: Se basan en ejemplos concretos.
Argumentos de autoridad: Se basan en la opinión de una persona de reconocido prestigio.
Argumentos que apelan a los sentimientos. Con estos argumentos se pretende halagar, despertar compasión, ternura, odio…
 La CONCLUSIÓN. Es la parte final y contiene un resumen de lo expuesto (la tesis y los principales argumentos).
PROCEDIMIENTOS DISCURSIVOS
Se trata de procedimientos que no son exclusivos de la argumentación antes bien son compartidos por otros modos de organización textual, como la exposición. Destacan:
La DEFINICIÓN. En la argumentación se emplea para explicar el significado de conceptos. En ocasiones, se utiliza para demostrar los conocimientos que tiene el argumentador.
La COMPARACIÓN (o analogía) sirve para ilustrar y hacer más comprensible lo explicado. Muchas veces sirve para acercar ciertos conceptos al lector común.
La CITAS son reproducciones de enunciados emitidos por expertos. Tienen el objetivo de dar autenticidad al contenido. Las citas se emplean como argumentos de autoridad.
La ENUMERACIÓN ACUMULATIVA consiste en aportar varios argumentos en serie. Cumple una función intensificadora.
La EJEMPLIFICACIÓN se basa en aportar ejemplos concretos para apoyar la tesis. Los ejemplos pueden ser el resultado de la experiencia individual.
La INTERROGACIÓN se emplea con fines diversos: provocar, poner en duda un argumento, comprobar los conocimientos del receptor…
PROCEDIMIENTOS LINGÜÍSTICOS
El párrafo es el cauce que sirve para distribuir los diferentes pasos (planteamiento, análisis o argumentos y conclusión) contenidos en la argumentación escrita.
De entre los elementos de cohesión textual que relacionan los contenidos repartidos en los diferentes párrafos destacan tres: la repetición léxica o conceptual en torno al tema y los marcadores discursivos que permiten seguir el proceso de análisis o argumentación y avisan del momento de la conclusión.
Si el texto pertenece al ámbito científico (jurídico, humanidades…) abundan en el léxico los tecnicismos. Si es de tema más general o de enfoque más subjetivo, suele utilizarse un léxico de registro predominantemente estándar.
Bibliografía
Lengua castellana y literatura (1º bachillerato). Barcelona: Teide.
Lengua y literatura (1º y 2º bachillerato). Madrid: MacGraw-Hill.
Lengua castellana (1º bachillerato). Barcelona: Edebé.